viernes, 1 de febrero de 2013
La tabaquería
El día que cerraron la tabaquería Francisco estuvo mirando la ceremonia desde la acera de enfrente. Sellaron la puerta con un cartel amarillo y clausuraron las ventanas con vigas de madera a todo lo largo de las persianas. Pero aún él podía sentir el olor a tabaco mezclado con el cuerpo de las muchachas, aún se atrevió a cruzar la calle y le dio un golpe certero a uno de los hombres y se coló por la entrada trasera y durmió allí toda la noche. Al amanecer, cuando descubrieron que estaba forzado uno de los pórticos, entraron a revisar, pero estaba vacío, vacío como siempre lo estuvo después de cada jornada.
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