La niña apenas tiene cinco años y no entiende de estas cosas, por eso te asomas en la cuna de nuevo, lo haces durante el resto de la noche, e indistintamente, miras el pasaporte y las maletas. Las dudas te corren el cuerpo, estás indecisa y tu familia: sí muchacha, vete, nosotros te la cuidamos, y tu marido con el rostro compungido y sin decir palabra y el refrigerador medio vacío y las necesidades golpeándote la conciencia. El viaje será pronto.
La comisión médica es sabia, pero tú no sabes si, cuando la niña crezca, te agradecerá los juguetes y el televisor de plasma y el microwave y la ropa que tiene de más, o te reprochará todas las horas de ausencias.
Tienes toda la razón, Mel. Igual lo pienso: los vacíos del alma nunca pueden llenarse con las migajas materiales. Un beso desde estos ojos.
ResponderEliminarGracias Bruja por comentar!!!!, no sabes cuánto bien le hacen tus palabras a Eva y al iris... así es, muy difícil una situación como esa, y son decisiones que al final siempre duelen. Un besito inmenso, muassss...
EliminarLas misiones son quizá un mal necesario, Meli. Hay riesgos que hay que correr en la vida y muchas relaciones lo superan. Otras no. Es triste que para amueblar una casa o comprarse un auto haya que hacer semejante "gesto solidario", es triste que muchas parejas se rompan y que niños como esa que mencionas clame por el calor de Mamá o tenga que adaptarse a otro calorcito. Como dijo Frank Delgado "mi novia procuró calor humano, mi perro un nuevo dueño..." pienso que la nena lo entenderá cuando sea más grandecita. Hasta tú y yo lo entendemos, pero ¡es triste!
ResponderEliminarYo entiendo Luis Enrique, y es exactamente como tú lo refieres, y es triste, mucho!!!! solo tomé una arista de esa problemática tan abundante en nuestro país, la maximicé para dar una visión del problema. Y como también dice Frank, hay mucha gente por ahí "buscándome en un mapa"... un beso y gracias siempre por comentar y leer. Muasssss.
EliminarMelissa: El asunto está en que esa es también la misión de la niña; ella es la más sacrificada, pero nunca se le pregunta: ¿Estás de acuerdo? Un beso.
ResponderEliminarAsí es Mila, todo este tiempo nos hemos equivocado en a quién hacerle la propuesta. Un besote, gracias por tus comentarios, siempre me regalan luz, mucha...!!!!
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