miércoles, 11 de septiembre de 2013

Naturaleza muerta con baches

Edificios iguales que al alba / una y otra vez comienzan, / espejos ustorios que no veo / porque desde adentro el incendio se percibe / como un intento de morir organizado.

José Miguel


Del barrio he escrito hasta el cansancio. Es como el hijo pródigo sobre el cual nunca se deja de tener una mirada de esperanza.

Ya es bastante con que los coches cobren 2 pesos desde Pueblo Griffo hasta el Parque Villuendas y que las guaguas sean caso peliagudo, con que tengamos un policlínico fantasma que pocos servicios presta y al que al fin han empezado a remodelar amén de que estemos un buen tiempo sin asistencias médicas necesarias.

Las consultas de especialistas, por ejemplo, son un juego del gato y el ratón. El ginecólogo que me debía atender no lo conozco, tampoco al clínico, y justo el día que me tocaba turno para ultrasonido tuve que desplazarme (al igual que decenas de embarazadas) hacia la Cruz Roja en busca de la ecografía para conocer a mi hijo. Si estos galenos no podían asistir por cualquier tipo de problema, ¿por qué no garantizan un sustituto y evitan las molestias de quienes van continuamente en su captura sin encontrar explicaciones lógicas al desatino?