martes, 21 de junio de 2011

Si no nos hubiesen colonizado

Gallego leí en un libro la historia del exterminio / cuando en menos de dos siglos / acabaron con los indios / les fumaron el tabaco y en el nombre del pudor / les hicieron usar ropa y morirse de calor…

Frank Delgado

  No creo en Colón, ni en Velásquez. Ni en esa manía absurda de considerarlos héroes. No creo en la Pinta, ni en la Niña o la Santa María… mucho menos en los crucifijos que trajeron. Nunca me gustó el color de sus armaduras, ni el peso de sus armas, ni las mentiras de sus palabras. Aquí el cielo siempre fue azul, hasta que los hombres hermetizados que vinieron con y después de Cristóbal, lo derrumbaron todo.
  No he visto frase más cruel que: “esta es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto”. Sí, muy cruel: porque no repararon en la belleza cuando esclavizaron a los nativos, cuando saquearon sus riquezas e impusieron costumbres y religiones extrañas. Tampoco pensaron en la belleza cuando aplicó aquel nombre tan horrible: Juana.
 
Y me pregunto: ¿por qué son venerados por un suceso que trajo incontables desgracias a la América?; ¿fue un encuentro de culturas o un exterminio de la nuestra?
  Nunca pensaron que quizás nos gustaba andar desnudos, cazar peces con lanzas y esperar a que el mamut cayera en la trampa, y hacer rituales para las lluvias y las buenas cosechas. Que nos gustaba ese mundo, tal vez de ignorantes y sin los últimos adelantos europeos, pero un mundo feliz, y, sobre todas las cosas, un mundo nuestro.
  Me asombra como puede alguien enorgullecerse por ello. No sé: hubiese sido mejor pasar desapercibidos- o no descubiertos- por mucho más tiempo, el tiempo de los siglos. Que aquellos aborígenes nunca se hubiesen despertado para ver a unos hombres intrusos violando su tierra. Si no nos hubiesen colonizado, la vida hubiera sido bien diferente, y la historia menos trágica. Eso lo puedo asegurar.

Gallego a mí me contaron de inquisitivas hogueras / y arcabuces y de espadas / y enfermedades venéreas. / Gallego a mí me contaron que acabaron con sus ritos / Y no dejaron ni a uno pa’ bailar el areito.

(…)

Gallego a mí me contaron sobre la trata negrera / de tu ancestral manía de / amancebarte con negras / del cepo de la tortura, del látigo y barracones / y de safaris con jaurías para cazar cimarrones…

1 comentario:

  1. Me encanta este post... y comparto tu opinión. Con el calor que hay en Cuba para andar con ropas!!!

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