lunes, 4 de noviembre de 2013

Colocando la mano asustadiza



No hay felicidad como esa de espantar los miedos que tiemblan en el piso de la casa colocando la mano asustadiza sobre el vientre y sentirlos: golpecitos tibios que quieren inventar con formas nuevas toda la verdad de mi figura.

2 comentarios:

  1. Los has sugerido bien, Melissa: esa criatura moldea tu persona desde adentro. Lo mejor del mundo para esa familia que crece.

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  2. Gracias Mila, siempre. Muchos meses, ahora volviendo de un reposo, para luego salir por un añito. Te encargo cuidar de los ojos de Eva. Muchos besos.

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