Duelo

"Éramos tan amantes que a veces éramos amigos. O éramos tan amigos que a veces nos amábamos. Para añadir un nuevo anillo a nuestra unión, decidimos batirnos. Fuimos a escoger las armas: dos espadas iguales en tamaño y temple. Nos preparamos desde el alba. Ajustados lorigas y yelmos, montamos a caballo y nos pusimos frente a frente. Así estamos todavía. Sin tiempo, encarnizados, inexorables, tratando de vencer de un tajo y para siempre al otro".  (Arrufat)

... así estamos, mirándonos, como si nada más importase sino mirarnos, calcularnos, cuidar porque ninguno dé el siguiente paso. Así estamos, tú empuñas la espada con una confianza terrible, y yo apenas la sostengo a mitad del brazo; y tú mirándome con unos ojos que no conozco, que jamás he visto, que no me dan confianza, tú mirándome como si fueras a derrotarme con las pupilas. Así estamos, el abismo enfrente, el sol quemándonos, la luna pintándonos de estrellas y de cometas, la luna jugando con nosotros como si fuésemos dos muñecos perdidos de la casa de algún niño.

Así estamos, sin pestañear, yo no quiero dejar de mirarte y tú que aún no aprendes a confiar en mis señas, tú que inmovilizas mi caballo con gemidos, tú que prendes fuego en los caminos, tú que me desarmas las lorigas que demoré siglos en ajustar. Así estamos: pretendiendo ser firmes, porque nunca nos permitimos flaquear frente al otro, porque es mentira que no somos sinceros con nosotros mismos, porque es mentira que llevamos décadas intentando comprendernos.

Así estamos, quién sabe hasta cuando. Cuánto más durará esta porfía de mentes, esta negación acérrima, esta lucha sin testigos, cuánto más. Yo solo te miro, tú solo me miras, todo este tiempo no hemos hecho más que mirarnos, con una distancia prudencial que salve los errores, que justifique las cobardías, que explique los retrasos…

 Así estamos, tu allá, yo aquí, en este absurdo combate que no comenzará nunca.