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Foto: Aleix Renyé |
Ya sé que es imposible que una pueda volar por ahí, impulsándose con los edificios, colocando el pie en las ventanas y en las azoteas y en los balcones. Mucho menos agarrarme a un manojo de globos. Sí, ya sé que no podré encontrarte en medio de un mundo de agujas, y de millones de huracanes que solo aparecen cuando te pienso. Pero dime, en qué papel escribo tantos versos que quiero regalarte, si no los encuentro; a quién le cuento nuestras historias si todos piensan que estoy loca. Nadie va a creerme que llevabas mi nombre tatuado en la frente y que te encontré en un sueño y que me hablaste y que nos reímos hasta el cansancio. Cómo hago para ir a buscarte, si estos taciturnos creen que todo es mentira. Cómo te saco de mi mente y te doy forma aquí, en mi cuarto, si me están colocando la camisa de fuerza.
Cómo que no se puede volar, Meli??? cómo entonces nos dejas esos otros ojos de Eva???
ResponderEliminarLeydi: Aquí, bajito, no se lo digas a nadie: claro que se puede volar, pero este personajillo estaba un poco contrariado, y le hablaba a los incrédulos de su pueblo. Un beso grande y gracias por leer y comentar...
EliminarMeli... solo el cuerpo permanece porque tu mente vuela a todos esos confines que pintas con palabras y más... nos transportas a todos los que soñamos porque padecemos de una locura similar, gracias amiga, hay mucha poesía en tu prosa.
EliminarMuchas más gracias a ti, fiel lector de estas locuras, gracias por animar siempre a estas letras con las tuyas. Un besi grande.
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