viernes, 29 de julio de 2011

La partida

 
  Cerró los ojos y la puerta. No dijo nada. Cargó con sus miedos, con el farol, el bolígrafo y la escalera. Echó en el bolso algunas verdades, asegurándose de encerrar bajo llave la vida entera. Abrió las alas en la azotea y las batió, fuerte, muy fuerte. Desde entonces la buscan. No hay noticias nuevas, solo saben que se fue, más desconocen el por qué, o con quién.

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