miércoles, 20 de julio de 2011

Pestaña y Colorina


  Le robé la pestaña de la mejilla. Quería, a toda costa, quedarme con el deseo. Lo pedí. Lo supliqué. Y por fin nos retamos en un duelo de índice y pulgar. Apreté fuerte, ella hizo igual. Y cerramos los ojos al mismo tiempo. Comenzó el trance. Las frentes apretadas y el corazón al descubierto. Ya. Despegamos nuestros dedos, muy suave, para que ninguna de las dos tuviera algún tipo de ventaja. Entonces no la vi en mi índice. Estaba en su pulgar. Me molesté. Ya lo dije, lo quería. Pero todo disgusto pasó de inmediato. Me hubiera quitado mi deseo una y mil veces para que se cumpliera el de ella. Mi sobrinita, que también se llama Eva, pidió que Colorina, su muñeca, pudiera hablar.
  - Que Colorina hable- dijo, en el justo momento que me rendí completamente a sus pies.

3 comentarios:

  1. Sie el mio se cumpliera Fermi, jajajaja besis, excelente texto..

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  2. Aquí, contra el monitor, tengo mi índice a la espera de un pulgar y una pestaña. No te lo digas a ti, pero quiero pedir mucho bien para tus días. ¿Echamos un duelo?

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  3. ok, no me lo diré, sssss, haré silencio esperando los milagros, y el duelo, claro.... gracias

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