lunes, 6 de febrero de 2012

Eumelia

Yo la vi con el kake que nunca entregó en la mano y con la sonrisa de la tarde guardada en un bolsillo. La vi caminar por él, cientos de veces, porque resulta que la prótesis de su esposo nunca fue demasiado agradecida. La vi sin sosiegos, sin pausas, sin muchas alegrías. Todos los días limpiaba, con ese vaivén triste que suelen tener las frazadas de piso, con esa humedad de los cubos de limpiar recorriéndole las manos y con la rigidez de los trapeadores dibujándosele en el pecho. A veces cantaba, y todos bailábamos en silencio, sin movernos, al compás del brillo del suelo que después ensuciábamos. Buenos días, creo que esas siempre fueron palabras demasiado débiles para saludarla, pero en esta vida -no sé si en la otra también- poco aprendemos de las verdades o de las justezas o de los valores.

Yo la vi, con un rostro demasiado valiente para colgar en funerarias. Aquel día no hubo quien limpiara el periódico, nadie tuvo que pedir permiso para caminar sobre la parte mojada, nadie vio, danzando en el patio, a los instrumentos de limpieza; solo unas hojas abatidas y churre en las esquinas. Yo la vi, sentada en una silla injusta y con flores que dolían alrededor. La vi llorando, por primera vez llorando frente a una realidad tan cotidiana que tuve miedo. Quise decirle tanto, pero no dije nada, el silencio me explotó las palabras de adentro.

Eumelia se va a retirar, no sé cuándo, pero lo hará. Su esposo se llevó con él mucho de ella, aunque no lo sepa. Se llevó el ímpetu con que despertaba, las fuerzas con las que recorría dos y tres veces el bulevar buscándole lo que nunca hubo, y ese motivo para llegar temprano a casa. No sé quién se encargará, tan bien como ella, de la pulcritud de este sitio, no sé si vuelva a estar limpio alguna vez. Pero sé que ya nadie le cantará a los pisos, a los rodapiés...

La muerte poco sabe de la vida, deberíamos invitarla, alguna vez, para que conozca a Eumelia.

8 comentarios:

  1. Meli, sencillamente hermoso. Esa es la Eumelia de Pablo y la nuestra por siempre, yo también lloré.

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    1. Gracias Alina, así es, estarán juntos siempre, eso lo sé. Un besi grande.

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  2. sentidas letras, no se si podre expresarle mis condolencias, no se si la volvere a ver, pero quizas puedas tu al menos con una mirada decirle cuanto lo siento, gracias...

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    1. Isma: Gracias corazón, y sí, te lo prometo, si es con mi mirada ella lo sabrá, por ti y por mí. Un beso grande.

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  3. Melissa: Para Eumelia, mi apoyo de amigo desconocido; para ti, mi aliento a que sigas posando tus Ojos en historias como esta.

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    1. Gracias Mila, ok, ella sabrá de tu apoyo, aunque desconocido, y yo seguiré mirando en esas direcciones. Un beso...

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  4. ¿Habrás inventado la literatura periodística como género? ¿Habra que estudiarte en breve en las carreras de Letras y Periodismo? Yo creo que sííííí......
    Sofi (tu implcable estilista de estilo)

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    1. Gracias Sofi amor... gracias siempre, de esas que no caben en el siempre, ni en otras palabras. Uf!!! no, no creo que haya inventado nada, jajajja, y estudiarme en la carrera, por dios, eso es demasiado, jajajja.
      Pero no sabes cuanto te agradezco infinitamente que seas mi estilista de estilo... esas páginas saben diferentes gracias a ti. Un besi grandote.

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