lunes, 30 de enero de 2012

Pedro


Pedro no sabe cuán podrida está la madera donde pisa. Desconoce el día, o la noche, en que los cleptómanos vinieron a llevarse su casa. No los vio con los bolsillos repletos con la lacena y los cuadros y las sábanas de los cuartos. Pedro ignora cómo se le derrumba la vida. Pedro no ve a la señora con guadaña que le hace señas desde el portal.

4 comentarios:

  1. hola meli, que bueno tenerte de vuelta ya hece días...se te extraña cuando andas por lares habaneros...quuien lo iba a decir? que nos acercamos más cuando más lejos estamos..nada, contradicciones de la vida...jajaja. me alegra leerte.

    saludos
    elisa

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    1. Elisa: Así es, y más que contradicciones yo diría casualidades... y me encantan!!!! sobre todo si son habaneras, ajjajajja. Gracias por seguir leyendo sin cansarte. Estaré por allá, de nuevo, en abril. Un beso.

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    2. Melissa: Necesito pedirte un recado serio. Por favor, ¡dile a Pedro que corra!

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    3. Mila: Se lo diré, hace tiempo que no puede percibir cosas... pero se lo diré. Gracias por ayudarlo. Un beso

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