martes, 20 de septiembre de 2011

Mentiras

 Mentía incontrolablemente. En la mañana, después del sorbo de café, a la hora del baño y durante el sueño. Todo lo que dijo alguna vez en su vida fue mentira. Mentira su nombre de caballero en conquista, mentira las palabras que vendió por Internet, y mentira los cuentos que leyó a sus hijos de mentiras. Mentiras sus mentiras, los colores de la pared, el trabajo, los amigos, la familia; mentira sus años, su figura, su alma.

  Pero las palabras de mentira se le fueron acabando sin que se diera cuenta. Y sin que se diera cuenta se encontró un día con la única verdad que hubiera de conocer en su vida. Era una verdad gigantesca y de colores, una verdad tan grande que se le atragantó en la garganta y lo hizo explotar.

  Reventó de verdad, pero aún así relató lo contrario, y todo el mundo creyó que había muerto de mentira.

5 comentarios:

  1. A mi se me murió de verdad el jueves pasado mi mejor amigo de la infancia. No me enteré hasta anoche, y lloré, más que de dolor, de rabia contra aquellos que se decían amigos y no me avisaron de su muerte de verdad. Qué lástima que mi tocayo no se hubiere muerto de mentira para tenerlo aún entre los vivos. Gracias Meli por esta historia. Linda, tierna, hermosa, como todas las que nos regalas.

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  2. Cuanto lo siento Casti, aunque yo sé que en el fondo, dentro de ti, en realidad murió de mentira, porque los amigos de verdad siempre van con nosotros muy adentro.
    Gracias a ti por leer, un besi...

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  3. Tienes toda la razón. Es como dices. Nosotros seguiremos haciendo novillos en la secundaria,nos iremos de farra para el malecón a meterles cuentos a las muchachas de nuestras odiseas, cambiaremos la libreta por el cordel de pescar o el tablero de ajedrez en la Academia para al final volver a repetir el 8vo por cuenta de la dichosa profe de Matemáticas que nos maldijo y juró que sólo por encima de su cadáver pasaríamos al siguiente nivel. El "Lobo" y yo seguiremos haciendo de las nuestras, esperando a que toque el timbre de entrada para hacernos los de oídos sordos y buscar otra cosa "mejor" que ir a sentarnos aburridos en un aula. Y nos iremos a Yaguaramas con tal de exorcizar los demonios del cálculo y las ecuaciones, a aquella ESCUELA que terminó enderezando nuestros enrevesados caminos. Si, Meli, tienes razón, el tocayo está ahí, y estará por siempre justo a la orden de un timbrazo para continuar haciendo de las nuestras.

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  4. Joder ni mi awelo botivira era tan weno mintiendo...¿Entonces Meli, se murió al final o no?

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  5. Bueno, qué tu crees, de verdad o de mentira?????

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