lunes, 12 de septiembre de 2011

Sin noticias

 Hace días te me escondes en un paisaje extraño. Apenas he dormido bien, y me ahoga la incertidumbre de redescubrir que te perdí, aunque la escena ya la conozca. No es lo que digo, o lo que haces, es esa maldita manía de seguirte en los pasos, de buscarte en los silencios, y de perturbarte en los sueños. Es esa nociva obsesión de pintar tu figura en las nubes, de necesitar tus porqués para formar mis palabras, y de encontrar tu apoyo para cruzar las tormentas.
  Es una locura obscena que me desdibuja las formas y trae lluvias de cometas y mares dulces. Es esquizofrenia sin doctor, herida sin aguja, guerra sin balas ni fusiles. Y acá estoy, escribiendo, como siempre, o pensando en hacerlo antes de que se diseminen las ganas; acá: sola.
  Saldré al balcón, pero tengo miedo que una ola me nazca dentro, y que empiece a nadar dentro de los peces, y a comerme el azufre, y a viajar con los oídos sordos por la profundidad. Saldré, pero no hoy; no hoy que aún sigo sin noticias.

4 comentarios:

  1. Sí, a veces se está sola de espíritu, y es mucho más grave...

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  2. Mucho más grave, es darle la espalda a la vida...Fermi...

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  3. Ok, de acuerdo, nunca he dicho que eso no sea grave, lo sé..graciasss

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